RECURSOS
DIDÁCTICOS

PRENSA

Tras el fallecimiento de Fernando VII en 1833, la libertad de imprenta decretada en enero de 1834 alentó la creación de numerosas nuevas publicaciones periódicas – sólo en Madrid suman de 26 a las que hay que añadir otras 32 en el resto del país-, en su mayor parte de vocación política, pero también algunas dedicadas a la literatura y a las artes. Tras el precedente barcelonés de El Europeo (1823-1824), surgieron en Madrid El Vapor (1833-1838), La Estrella (1833-1834), La Abeja (1834-1836), El Eco del Comercio (1834-1841) o El Español (1835-1837), fundado por Andrés Borrego. Manuel María de Santa Ana, administrador de El Diario de Sevilla, fundó en Madrid Carta autógrafa (1848), convertido después en Correspondencia de España (1853), primer diario español que se vendió en la calle y no por suscripción.

Destaca, en especial, el dominical El Artista (1835-1836), fundado por Eugenio de Ochoa, Federico de Madrazo y el conde de Campo Alange. Con el concurso del Real Establecimiento Litográfico, regido por José de Madrazo, la revista incluía una o dos estampas litografiadas originales como ilustración de poemas o artículos. Siguieron su corta estela otras publicaciones, como No me olvides (1837-1838), fundada por Jacinto Salas Quiroga, defensora de un romanticismo ideológicamente moderado; o el Semanario Pintoresco Español (1836-1857), la gran revista del costumbrismo fundada por Ramón Mesonero Romanos e imitada por el fugaz Observatorio Pintoresco (1837) o por El Siglo Pintoresco (1845-1848). El Liceo Artístico y Literario, aparecida en 1838, fue el órgano de expresión de la institución cultural de idéntico título fundada un año antes por José Fernández de la Vega e íntimamente unida a la Casa Real.

Cabe destacar, además, otras publicaciones periódicas, como la Voz de la Religión (1837-1841), de Barcelona, defensora de un romanticismo conservador en la línea de Chateaubriand, o El Alba (1838-1839), que acogió en sus páginas artículos en defensa de un romanticismo moderado. La lista puede alargarse con títulos, como los de El Panorama (1838-1841), La Esperanza (1839-1840), Revista de Madrid (1838-1845), políticamente moderada, o El Entreacto (1839-1840), fundada, entre otros, por Zorrilla. Cabe citar, además, Revista de Teatros (1841-1845), El Iris (1841), El Pensamiento (1841), Revista de España y el Extranjero (1842-1848), Revista Científica y Literaria (1847) y El Laberinto (1843-1845); sin olvidar las revistas de corte satírico, como El Guindilla (1842-1843), La Risa (1843-1844) o El Dómine Lucas (1844-1846), ni las religiosas, como El Arpa del Creyente (1842), El Reflejo (1843) o, la más asentada de todas, La Censura (1844-1853), de tendencia ultracatólica.

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