Tierra. Poemas y música de las esferas
El disco-libro “Tierra. Poemas y música de las esferas” es la búsqueda artística de
una, cada vez más necesaria, relación cordial y amistosa con el planeta que nos cobija, de
una Nueva Cultura de la Tierra que reivindica el equilibrio entre sus ‘esferas’: geosfera,
hidrosfera, atmósfera, biosfera y antroposfera. Es un homenaje de respeto a nuestra oikos o
casa común, a la vez que una expresión de cariño a la pequeña tierra que cada cual pisa o
guarda en su corazón.
Se trata de una obra de creación colectiva en la que participan varias decenas de
artistas (poetas, músicos, rapsodas, fotógrafos, pintores). Muchos de ellos son aragoneses,
pero hay asimismo artistas de otros confines que muestran la vocación universal del
proyecto. La obra tiene un pie en el arte de la música y la palabra; el otro, en la geología. El
primero se apoya en la sólida trayectoria del grupo O’Carolan y se nutre de la sensibilidad y
el trabajo de Pilar Gonzalvo y Miguel Ángel Fraile. El segundo estriba en el Departamento de
Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, donde Lope Ezquerro y José Luis
Simón han alumbrado un concepto innovador: la música de la tierra. El disco recoge
asimismo la herencia y el espíritu del grupo Monte Solo, contando con poemas de José
Antonio Rey del Corral y Emilio Gastón. Las colaboraciones de María José Hernández,
Joaquín Pardinilla, el grupo vasco Oreka TX y Joan Manuel Serrat, entre otros, redondean
esta antología amigable de ‘geomúsica’ y ‘geopoesía’.
La faceta más original del disco es la música creada a partir de las sucesiones de
estratos geológicos. Las piezas musicales en que ha cristalizado este ‘experimento’
acompañan a los poemas en una simbiosis perfecta. En la antigua Grecia, Pitágoras formuló
la idea de que la música es expresión de la armonía del Universo. Los astros se mueven en
esferas concéntricas produciendo sonidos armónicos en virtud de las proporciones
aritméticas de sus órbitas alrededor de la Tierra: lo llamaron Música de las Esferas. La
ciencia ha descrito y explicado ciclos en la variación del movimiento orbital de la Tierra, que
afectan a la atmósfera y al clima terrestre y, a través de éste, se traducen en patrones
cíclicos de algunas secuencias de capas sedimentarias. Transformando esos ciclos
sedimentarios en una partitura musical, mediante un código que convierte los distintos tipos
de rocas en notas de una escala y los espesores de las capas en duración de los sonidos,
estamos creando la Música de la Tierra. Al mismo tiempo, en la medida en que es expresión
sonora de la armonía cósmica y planetaria, en un sentido poético, estamos haciendo audible
la Música de las Esferas.